jueves, 14 de enero de 2016

In media res (cont.)

Es en esta localización del "ser salvaje" --que no devela una instancia constituida tras el ser fenoménico, ni tampoco un ser-transfenoménico a la manera de Sartre, sino una cosidad salvaje, ilegible, indiferenciada--, y que tiene lugar en la mirada autorreferente o dialéctica, es allí, pues, donde se produce la quiebra con la mirada fascinada en el éxtasis. La quiebra con la mirada-producto de los medios de comunicación y con la Representación misma (Vorstellung), y, asimismo, la desconexión con aquello que denominamos la "razón de ser" de las cosas. El anti-éxtasis es, en una primera instancia, el des-hechizo de la razón sistémica de las cosas, cuyos efectos visibles (pero no por ello más evidentes) se concentran en torno a la idea del Sistema; y, en un sentido ulterior y profundo, el anti-éxtasis es el desencanto, terminante y definitivo, de todo lo que tiene que ver con el mito de la razón suficiente y la filosofía entendidas como instancias hegemónicas del cosmos, es decir, de la Razón y la filosofía como supremas formas de éxtasis.   

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